Blooming encontró lo que buscó. Fue a Cochabamba a traerse un punto y lo consiguió. Todos dicen que van en busca de las tres unidades, pero en realidad muchas veces es sólo de boca para afuera, y las actitudes rebelan las verdaderas intenciones. Y ayer, fue más lo que se cuidó que lo que arriesgó.
No está mal para este momento crítico que atraviesa, tras el tsunami de Sergio Apaza, que no dejó vestigios del Blooming atildado, ordenado, paciente y ofensivo que había armado su antecesor Gustavo Quinteros.
Hoy, el uruguayo Pablo Repetto baila con la más fea. Tiene la responsabilidad de armar un equipo protagonista con jugadores que él no eligió y que por ahí no encajan en lo que pretende futbolísticamente para la Academia.
A Blooming le faltan muchas cosas, pero sobre todo entusiasmo para jugar. Es como que los jugadores hacen las cosas porque "tienen" que hacerlas y no porque "quieren" hacerlas. Se sabe que no es lo mismo hacer algo sólo por obligación. Por eso esta apagado y carece de chispa, de mística.
Frente a Wilstermann sustentó el empate con una buena tarea del golero Jemio. El resto tuvo muchos altibajos. La defensa dio ventajas en el juego aéreo (nadie salta para cabecear), el mediocampo apoyó poco ofensivamente y los atacantes no atraviesan un buen momento.
Pese a todo, Blooming sumó su primer punto. Sin embargo, está muy claro que Repetto tiene mucho por hacer....y a la vuelta de esquina está Oriente.
*Foto Los Tiempos
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