UN POCO MÁS DE REPETTO

El uruguayo Pablo Repetto seguirá dirigiendo a Blooming. La dirigencia celeste no lo respaldó públicamente, sólo se reunió con él para pedirle explicaciones y hacerle conocer la preocupación que existe por el bajón de su equipo que lo dejó fuera de la pelea del torneo Apertura.
Los dirigentes están inquietos por la pérdida de rumbo y por el rotundo fracaso prematuro -en el cual tiene mucho que ver-, dudan que Repetto pueda revertir la situación y consideran, nuevamente, que otro entrenador puede salvarlos, corrigiendo los desaciertos de principios de pretemporada.
Se sabe que le buscan un reemplazante y que los que les interesan para el cargo están trabajando, por eso se dieron un tiempo y decidieron que el charrúa continúe en el puesto, y sea quien cargue la cruz en este vía crucis.
Repetto no se considera único responsable porque no armó el plantel, tuvo que apuntalar un equipo que nació sin fondo ni forma, que empezó el año perdiendo, y debió conformarse con jugadores de menor jerarquía que los que contaba Blooming el año pasado.
El uruguayo quiere continuar pese a que no cuenta con jugadores que él considera necesarios (en especial atacantes rápidos, que desborden y hagan diagonales), porque cree que con algunos refuerzos puede darle mayor solidez al cuadro académico, aunque también es consciente de que no puede hacerse ilusiones porque no hay jugadores nacionales para incorporar y que sólo podría solicitar un par de extranjeros.
Por otro lado, Repetto, si se va, pretende recuperar el dinero que resignó para venir a Blooming, ya que pagó el valor de tres meses de sueldo al Club Cerro como indemnización, y existiría una cláusula en su contrato en la que el club le cancelaría 30.000 dólares en caso de despedirlo.
¿En qué falló Repetto? Su error fue no cambiar a tiempo. Murió -sigue, es cierto, pero en realidad creo que ya se fue...- aferrado a una idea que se agotó en si misma, que le sirvió al principio, cuando lo importante era no perder para recuperar la confianza que se había extraviado en el camino a causa del mal inicio de temporada.
El derrumbe empezó con La Paz FC (lo amargó de entrada y lo liquidó en la revancha, para variar). Blooming necesitaba ganar para alcanzar la punta y salió a jugar sin convicción, sin el espíritu ni la ambición de un equipo con deseos de vencer. Repetto no supo generar entusiasmo en un grupo que de ser generoso en su juego, se convirtió en uno mezquino, que salía a no perder en vez de salir a ganar. Repetto no logró cambiarles el "chip" a sus jugadores y tampoco modificó su sistema de juego. No arriesgó cuando la situación se lo exigía. Quizá lo traicionó su corta experiencia de entrenador, en la que sólo dirigió a un par de equipos chicos, a los que sus limitaciones futbolísticas los obliga a ser austeros. Acostumbrado a ello, acá le costó armar un Blooming respetuoso de su tradición e historia, ofensivo, ganador y siempre protagonista.